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miércoles, 10 de diciembre de 2014

La opinión del abuelo sobre el reciclaje




Sentado en su lugar de tertulia, apurando la Faria y sonriendo a la joven maestra, comenta a sus amigos:

- ¿Habéis visto que nos han puesto contenedores nuevos en la plaza?

- Sí, le contesta el párroco, es para que colaboremos a la mejora del medio ambiente separando las botellas de vidrio, el papel y los envases, que así, separados tienen un mayor valor.

- ¿Y qué saco yo con hacer esa separación? Nada, la satisfacción de ser la parte más importante del proceso, y el resto de las empresas que manipulan lo que yo he separado, su beneficio, como es lógico. Soy la parte más importante del proceso y por lo que veo la más tonta.

El médico, Don Anselmo, le recuerda la charla que unos señores les dieron la pasada semana sobre el reciclaje.  El abuelo baja la cabeza, apaga la Faria y dice con su tono de voz más serio:

- Yo entendí esto: hay un montón de empresas que nos venden productos envasados en los recipientes que tenemos que separar, a las que les sale más rentable que en vez de devolverles los envases vacíos a Goyo el tendero, los metamos en los contenedores. ¿Pero no es calidad de producto lo que quieren? Pues venga, uno a uno.

- Eso saldría carísimo, dice el párroco.

- Pero se ahorrarían un montón de máquinas para separar lo que hemos echado junto. Aunque, hum, esto me empieza a dar un tufillo raro, ¿no será que esto del reciclaje es interesante para los países constructores de las maquinas y por ello presionan?

- Siempre tan mal pensado, dice Don Anselmo.

- Claro, lo interesante es que la selección la haga yo, pero no para conseguir la máxima calidad devolviéndolo a la tienda, sino para juntarlo en tres contenedores, que luego precisan de equipos para separar lo que yo he juntado. Vamos a ver.  Y si lo quemamos todo con máquinas de incinerar como las de Madrid ¿No saldría todo más barato?

Don Anselmo: estamos acabando con las materias primas, hay que reciclar si queremos seguir fabricando, tiene usted unas ideas muy anticuadas.

- ¿Antiguo es buscar el mínimo coste para solucionar un problema? Y no me hable más del aprovechamiento para fabricar nuevos productos, a ver cuándo se hace el salpicadero de un bemeuve con los yogures del mediodía...



martes, 25 de noviembre de 2014

LA TOMA DE DATOS DEL SERVICIO DE RECOGIDA


Cuando sale a concurso un servicio de recogida, muchos suelen pensar que el diseño se hace partiendo de cero, y en algunos casos así es, pero la mayoría de las empresas optan por realizar un seguimiento de la recogida actual, con el fin de aprovechar lo ya optimizado por la contrata en vigor y poder minimizar el coste del estudio.

Los seguimientos se desarrollan ubicando tras cada camión recolector un vehículo con un conductor y un delineante. La misión del conductor es no perder de vista al camión, mientras que el delineante debe estar posicionado en el plano en todo momento, e incorporar la información precisa:
  • Tipo de contenedores
  • Número de unidades
  • Existencia de residuos fuera de los contenedores
  • Celeridad de los operarios en el proceso de vaciado
  • Colocación de los contenedores una vez vacíos (Tapa cerrada, frenos accionados y orientación de la boca de introducir los residuos hacia la acera).

También debe de ocuparse de anotar al menos los siguientes tiempos y distancias:
  • Salida de la Base: Tiempo: 0 / Km:0
  • Llegada al Primer punto de recogida:  Tiempo:15´ / Km:6
  • Llegada al Ultimo punto de recogida del Primer Itinerario: Tiempo: 45´ / Km: 7,5 (No se acumulan ni el tiempo ni los kilómetros)
  • Llegada a la Planta de Tratamiento: Tiempo: 12´ / Km: 8
  • Llegada al Primer punto de recogida del Segundo Itinerario: Tiempo 14´ / Km:7
  • Y así sucesivamente

Esta información es la que llega a la mesa del diseñador, si bien es cierto que habitualmente hay errores y pérdidas en el seguimiento de los equipos. Con estos datos el diseñador lo primero que hace es una primera evaluación de la validez de los información proporcionada. Para ello fija unos valores:
  • Tiempo de vaciado de un contenedor de 2 ruedas: 25"
  • Tiempo de vaciado de un contenedor de 4 ruedas: 35"
  • Extras por residuos fuera de los contenedores

Con ello se puede determinar la velocidad de camión recogiendo. Un valor que se mueve en intervalos muy estrechos para unas determinadas condiciones urbanísticas.  Si el resultado es bueno, por ejemplo 10 km/h, se valida la información, si no es así sólo resta buscar los errores o repetir la toma de datos.


jueves, 20 de noviembre de 2014

PARA QUÉ SIRVE EL BALDEO MECÁNICO DE CALZADAS




Pues en opinión de algunas personas responsables de los servicios para nada, sobre todo en días de lluvia, cuando vociferan a los encargados diciendo que dejen de gastar dinero de forma estúpida.

Son muchas las personas que han solicitado información sobre este extremo, en el fondo muy sencillo de explicar.


En los primeros tiempos de la seudomecanización de la limpieza viaria, también se aportaba agua al asfalto al igual que se barría, pero esa agua era lanzada con escasa presión y en forma de surtidor, porque en aquellos tiempos la calzada soportaba un alto nivel de suciedad, dado el gran numero de ciudadanos que la transitaban. 


Hoy las calzadas son propiedad de los vehículos, pudiendo traspasarlas los viandantes por unos pocos lugares. ¿Para qué entonces las baldeadoras? Porque el problema de hoy es muy diferente al de ayer. 

Las calzadas ya no se ensucian, la suciedad se mantiene en los bordillos y bajos los vehículos casi permanentemente estacionados.  Hay pues que limpiar bajo los coches y el bordillo.  La única máquina capaz de hacer esto es la baldeadora lanzando agua a alta presión bajo los coches y arrancando los residuos adheridos en los bordillos ¿Qué tiene que ver la ejecución de este trabajo con que llueva? Salvo que sea una pluviometría tan elevada que ya haya escorrentía de agua bajo los coche, porque llueva no se van a retirar los residuos que se encuentran debajo de los vehículos.  La culminación de este trabajo pasa por la retirada de los residuos del  bordillo por el operario de zona correspondiente.


Y también, la mayoría de las baldeadoras llevan unos tubos punzonados para hacer la función de riego de la antigua.  El lanzamiento de columnas muy finas de agua hace que haya una rápida evaporación, proceso endotérmico que absorbe calor mientras aumenta la humedad del entorno.  Una maravilla en la feria de Sevilla o en La Barceloneta.  Pero eso NO ES LIMPIAR

martes, 11 de noviembre de 2014

LOS SERVICIOS URBANOS EN LA AUDIENCIA NACIONAL

Los viejos del sector siempre solían decir “en el mundo de los residuos lo más limpio es la basura”, recordando la conocida apertura de plicas del servicio de recogida de basuras de Chicago en los años treinta, con un buen número de padrinos de la mafia como licitadores, bien arropados por sus guardaespaldas, porque no querían hablar de lo mucho que pasaba en España.  En el 2.014 ya son muy extraños los casos de corrupción vinculados a los servicios de aseo urbano, pero no en otros muchos países menos desarrollados.  Parece entonces que todo lo que pasa en este campo en España es legal.  Bien, juzguen ustedes.

En el 99% de los concursos de recogida de basuras y limpieza viaria que se licitan en España, se oferta un número de puestos de trabajo, un número y tipo de vehículos a comprar, unas horas de trabajo de cada uno de estos equipos y unas determinadas instalaciones o parque de maquinaria.  El coste de todo ello, junto con los gastos generales, el beneficio industrial y el IVA, definen el importe de la factura que deben pagar los ayuntamientos.  Es decir, los ayuntamientos pagan por un número de recursos que van a trabajar.  Lo curioso comienza cuando la factura de enero es exactamente igual a la de febrero, y a la de marzo, y a la de abril, …, y a la de diciembre.  Que pulcritud de empresa, siempre tiene todos los medios humanos y materiales ofertados desarrollando su trabajo, nunca falla nada,  o ¿será que quien tiene que dar el visto bueno a la factura no tiene ni idea de qué es lo que pasa?  Algo de esto hay.

¿Los técnicos municipales no se enteran de nada?  Pero cómo lo van a poder hacer si no tienen prácticamente a nadie que pueda salir a la calle ni tan siquiera a constatar que se han vaciado los contenedores.  A esto se puede contraponer que en la era de la información hay contenedores en los que se puede verificar en que segundo se han recogido y cuánto pesaban los residuos contenidos, barredoras y barrenderos con dispositivos gps que permiten constatar hasta en qué lado de la calle están trabajando, software de análisis que comprueba en segundos millones de datos para constatar si lo realizado coincide con lo ofertado, pero ¿Se les niega la tecnología? NO, pero sí la disponibilidad de los mínimos recursos humanos necesarios para usarla.  Facturas de centenares de millones de euros y no es posible disponer de tres o cuatro personas para que con todas las herramientas disponibles puedan afirmar si se paga por lo realmente realizado.  O lo que se hace en otros casos, externalizar esta labor de control. En el mercado ya hay empresas que pueden desarrollar perfectamente ese trabajo.  Lo que resulta inasumible es que se siga pagando por unos recursos humanos y materiales de los que no se sabe si están desarrollando su trabajo.  Expuesta esta situación ante un juez creo que todo el mundo sabe como la calificaría. 

No hay que esperar a que se produzca el escándalo para tomar medias.  La metodología y la tecnología existen, usémoslas.  Si ha habido un importante esfuerzo político para implantar el equipamiento de control, complétese con la posibilidad de utilizarle.


martes, 4 de noviembre de 2014

A LOS PIONERSO SE LOS COMEN LOS INDIOS



 
Esta es una de las escasas publicaciones que aparecerán en este blog redactadas en primera persona. 

Hace ya muchos años un directivo de Ferrovial me dijo una frase que me impactó: A los pioneros se los comen las indios”, con ello resumía una filosofía empresarial basada en la no apertura de nichos de negocio, sino en comprar y gestionar adecuadamente negocios maduros. Si uno mira lo que hoy es Ferrovial es obvio que la premisa era buena, muy buena. Siempre me negué a asumir que en un mercado moderno, la filosofía no pasara por descubrir nichos de negocio, y si son exportables mejor. Parecía una verdad de Perogrullo.

Durante más de diez años mi empresa ha dedicado todo su capital a hacer entender a técnicos y políticos españoles, que no pueden seguir pagando servicios multimillonarios sin el más mínimo control. Cómo pueden decir ha sus vecinos que no saben cuántos barrenderos hay en la calle o cuándo se han lavado los contenedores, cuando un ayuntamiento de doscientos mil habitantes paga al año por los servicios de recogida y limpieza casi 20 millones de euros.  Para qué tanta política de contención y racionalización del gasto, si esto acontece con el mayor contrato que licitan los ayuntamientos
Hemos dado innumerables conferencias, cursos gratuitos, escrito multitud de artículos, todo en aras de fortalecer la posición de la administración frente e la empresa explotadora.  Se les ha formado en el diseño de servicios, en su cálculo económico, en la redacción de pliegos vinculados al pago por calidad.  Toda esta información totalmente pública, para que pudiera acceder a ella el mayor número de personas.

Y cuando el mercado comienza su más mínimo despegue, las grandes consultoras ya se han podido documentar con la información que hemos publicado de forma gratuita, y observas como la administración al igual que estas empresas, escribe sin pudor en pliegos y ofertas los conceptos y las sistemáticas de cálculo que hemos diseñado en mi empresa.

Pero no hay que olvidar que esto sucede en un País donde no se pueden patentar las ideas, aunque de todas formas daría igual.

Tenía razón aquel directivo, “a los pioneros se los comen los indios”.


miércoles, 29 de octubre de 2014

LOS ASPECTOS MÁS BÁSICOS DE LOS PLIEGOS DE CONDICIONES TRADICIONALES


Los pliegos de condiciones son simplemente el documento que emplea la Administración para indicar cómo es el servicio que desea. Por ello, y como en cualquier contrato, es fundamental la concreción y la concisión. Quien lo redacta debe tener claro que no se trata sólo de un documento para pedir ofertas, sino que será el contrato que deberá regir durante los ocho o diez años de vigencia del mismo.

Antes de entrar en detalles hay un aspecto fundamental previo: ¿por qué estos servicios se siguen licitando como concursos y no como subastas?  Hace algunos años el conocimiento del diseño de estos servicios estaba en manos de las empresas del sector, pero hoy ya no es así. ¿Quién puede diseñar un servicio mejor que los técnicos municipales? Cuando además éstos pueden ser asesorados por especialistas. Nadie va a dar una respuesta  a esta pregunta fundamental, aún cuando todos la conocen.



Es muy importante  que todos los licitadores dispongan de la misma información básica. Algo tan evidente sólo se hace en algunas ciudades, en las que el proceso de elaboración del pliego comienza muchos meses antes de la licitación, recopilando información que va desde la generación de los residuos por tipología, hasta un estudio técnico de la maquinaria a subrogar, pasando por el conocimiento de las actuales rutas de recogida y la zonificación del resto de las actividades que conforman el aseo urbano. El contrapunto son los ayuntamientos que ante cualquier duda te indican que se la plantees al actual explotador, el cual evidentemente se va a presentar también al concurso.

Barrido manual diario es: ¿de lunes a domingo, de lunes a sábado, de lunes a viernes? Y todo ello con la variante de si se consideran todos los festivos, sólo los festivos consecutivos o ningún festivo. A estos aspectos es a los que se refería el primer párrafo como concreción y concisión.

Los criterios de valoración sirven para elegir la mejor oferta. Suelen ser de la siguiente índole:
  • Coste del Servicio: En principio objetivo, salvo que se estén comparando peras con manzanas
  • Calidad Técnica de la Oferta: Absolutamente subjetivo
  • Comprensibilidad del Estudio Económico: Sin comentarios
  • Personal: Es el personal de obligada subrogación y su coste está en el precio. Estos servicios están sobredimensionados, nadie oferta incrementar plantilla
  • Maquinaria: Las empresas compran a los mismos fabricantes los mismos equipos, nadie tiene un claro hecho diferencial
  • Mejoras SIN Coste: No hay constancia de que a estos concursos se haya presentado nunca una ONG

 Y se siguen planteando concursos...

lunes, 20 de octubre de 2014

LA VISION DEL ABUELO SOBRE EL NUEVO CONTRATO


El abuelo y su tertulia ya han aparecido en otra ocasión en este blog, y esperemos que sigan ilustrando con opiniones sobre diferentes temas.

En una tarde de un tórrido agosto, Félix, el de Villafruela comentó cuánto costaba el servicio de recogida y limpieza de la capital. Al abuelo casi le da un ataque:

- ¿Pero en qué se gasta todo ese dinero?

Félix abría el periódico y leía: "...el 75% en costes de personal, el 12% en las inversiones en equipos, y el 13% restante en gasoil y otros gastos."

- Pero el 75% de 3.000 millones de pesetas al año son 2.250 millones de pesetas, ¡debe trabajar todo un regimiento en esos servicios!

- ¡que va! -le dice el lector del periódico- 250 personas, lo que según el periódico significa que de media cobran más de 6 millones de pesetas.

El abuelo con las manos en la cabeza repetía una y otra vez:

¡estamos locos!

Por fin se sentó y preguntó:

- ¿cuánto gana un médico?

- 4.500.00 pesetas, le respondieron.

- ¡Por el amor de Dios! esto implica que mañana me opera un barrendero, porque el cirujano se ha cansado de su sueldo comparativo y se ha ido a Alemania.


















- Y ¿cómo se controla un contrato de esta magnitud?, decía el abuelo.

Félix sigue leyendo:  "Todos los vehículos llevarán GPS,.."

- Sí hombre, esa señal que mandan los satélites para saber dónde estamos.

- ¿Y los que van andando?

- No, esos no quieren llevar gps, al parecer atenta contra su intimidad.

- Controlar su trabajo ¿afecta a su intimidad? y ¿al de la máquina no?  ¡Puñetas!, que cualquier industria mide los tiempos de ejecución de la faena, -dice el abuelo-.  Y por cierto, en la metalúrgica en la que trabajaba se medía la calidad de todas las piezas que fabricábamos, ¿y en esto de la basura?

- De eso nada dice el periódico, pero el alcalde se congratula de que se va a poder conocer cuantos vehículos están en la calle

- ¿y hasta ahora? -repiten todos al unísono-.


Estos servicios de coste astronómico, de los que no se sabe ni cuántos ni como se prestan.  Nadie sabe muy bien qué es eso de reducir costes estructurales, pero ésto que se ha planteado en la tertulia del abuelo, tiene toda la pinta.

lunes, 1 de septiembre de 2014

LOS SERVICIOS URBANOS EN LA EPOCA ESTIVAL



Aún no ha finalizado el verano aunque sí su etapa más álgida, aún así es momento de comentar cómo este periodo de concentración de vacaciones afecta a la prestación de los servicios urbanos.

En esta época se producen dos situaciones singulares. Por un lado hay ciudades vinculadas al turismo que multiplican en algunas ocasiones por más de diez su población habitual, mientras que otras ven como una parte importante de sus vecinos se va de vacaciones.

Las “ciudades de veraneo” se enfrentan al problema de una mayor cantidad de residuos a recoger y un mayor nivel de suciedad en las calles. Esto afecta tanto a la necesidad de medios materiales como de recursos humanos. En cuanto a los recursos humanos se refiere, siempre es posible realizar nuevas contrataciones, pero ¿en el caso de los medios materiales? Hace años, las grandes empresas que trabajaban en los dos tipos de ciudades, en verano desplazaban equipos de las que reducían su población a las que aumentaba. Estas actuaciones prácticamente han desaparecido, los Ayuntamientos son muy celosos de su maquinaria y no permiten su uso en otras localidades. Así, a los Ayuntamientos con un elevado turismo les quedan dos alternativas: o se dejan equipos parados la mayor parte del año porque sólo se precisan para la temporada estival, lo que supone un dislate económico impensable en la actualidad; o se multiplican los turnos de trabajo, cambiándose frecuencias de recogida de la noche al día, baldeando y barriendo con máquinas en horarios que entorpecen el disfrute de los turistas,… ¿Tan difícil es la solidaridad entre ayuntamientos que permita ese movimiento de maquinaria que si se producía hace algunos años?



En cuanto a las ciudades que se vacían, esa situación proporciona una oportunidad única para realizar una limpieza en profundidad de las mismas, algo que de hecho unas pocas ciudades hacían. La congestión de vehículos y personas hace que sobre todo en las grandes ciudades la labor de limpieza sea más un proceso de mantenimiento. Las limpiezas en profundidad: intensos baldeos, labores de fregado,... exigirían cortar las calles, algo impensable e imposible. Los pavimentos de nuestras ciudades no están limpios, con suerte libres de residuos sueltos: papeles, plásticos, excrementos,…, pero en las viviendas se hace mucho más que eso en los suelos.

Aprovéchese el verano para limpiar las ciudades como las viviendas.

lunes, 9 de junio de 2014

NUESTRAS ESCOBAS

Ya han pasado dos años y de nuevo se produce, coincidiendo con el TECMA, la entrega de las Escobas®. Un paseo por la Feria, saludar a los colegas de siempre, ver lo nuevo que ha aparecido en maquinaria, conversar amigablemente con los suministradores de toda la vida, y poco a poco al auditorio para ver quiénes han sido este año los galardonados.

Esta introducción sencilla responde a un acto al que debe mucho el mundo de los residuos en España.  Nació de la mano de un hombre muy respetado, el fundador de ATEGRUS, Don Julian Uriarte Jaureguizar. Alguien que allá por los años sesenta, asombrado en una feria del sector de los residuos en Francia, y viendo lo lejos que aún se encontraba España en este aspecto, colocó un cartel en una columna invitando a todos los españoles que por allí hubiera a reunirse bajo la columna y contrastar sus experiencias.

Pues sí, un hecho tan simple fue el primer paso de la revolución que se ha vivido en este sector en los últimos años

El próximo jueves, 12 de junio de 2014, se celebrará la XIV entrega, ya han pasado 26 años desde que algunos de los primeros premiados no supiéramos ni dónde se daba el premio.  En ese tiempo han colocado una escoba en su vitrina un gran número de ciudades españolas e iberoamericanas. Alguien criticará que no están todas las que son, pero desde luego si son todas las que están.

Es importante reconocer el trabajo silencioso en un sector tan importante, que parece que sólo existe cuando se produce una huelga, y también es necesario que la sociedad conozca aquellos municipios que con más empuje afrontan el reto de que las ciudades estén limpias.

Esperemos que el tiempo no borre este tipo de reconocimientos, y si lo hace que otros ocupen su lugar.  Tal vez los que vengan juzguen con mayor rigor, pero lo tienen difícil en un país en el que todavía no se sabe cuantos barrenderos salen a la calle o si se lavan los contenedores. Muy difícil. Tal vez haya llegado el momento de colgar en esta feria un nuevo cartel: 



martes, 3 de junio de 2014

ASPECTOS QUE INFLUYEN EN EL COSTE DE LA RECOGIDA



Los aspectos que se indican a continuación son todos los que influyen en el coste de la recogida domiciliaria, tanto urbana como rural:
  • Frecuencia del servicio
  • Número de puntos de recogida
  • Número de contenedores por punto de recogida
  • Desplazamientos recogiendo
  • Desplazamientos NO recogiendo (entre núcleos)
  • Distancia al lugar de vertido

El primero, la frecuencia, es el mayor generador de coste, con una problemática que se comentará en el siguiente párrafo. El segundo determina la distancia que deberá recorrer el ciudadano para depositar sus residuos, entre 75 y 150 metros son valores razonables.  El número de contenedores debería nacer siempre de un cálculo técnico, pero el nivel de llenado que se observa en algunos lleva cuando menos a la duda.  En cuanto a los desplazamientos son inevitables y suelen estar bien afinados.  Por último, en cuanto al punto de vertido, su ubicación suele tener carácter supramunicipal, pero no deben desdeñarse las plantas de transferencia en las ciudades, instalaciones a más de 50 km hacen inviable el segundo viaje de cada camión, con lo que ello implica de incremento de recursos.

Volviendo a la frecuencia, tanto en la recogida urbana como en la rural es el factor fundamental del coste del servicio. La diferencia sustancial es que en la ciudades no hay voluntad política de reducir la frecuencia, siguiendo instaurados los seis días de cada siete, cuando no los 365 días del año. Tal vez la insistencia en este tema consiga alguna vez que se borre el axioma de mayor frecuencia igual a mayor calidad del servicio. En las áreas rurales, y salvo incomprensibles excepciones, sí se ha producido una significativa reducción del número de veces que a la semana se recogen los residuos.  En el norte de España se han planteado frecuencias de una vez por semana en invierno y dos en verano como valores mínimos asignados a los núcleos de población más pequeños. Un planteamiento análogo en el sur debería tener en cuenta sus mayores temperaturas y los meses del año en las que éstas se producen, asumiendo que tal vez en su caso la frecuencia en esas épocas debería ser de tres de cada siete días, pero desde luego no pueblos de trescientos habitantes con servicio todos los días de la semana.

Cuando desde la Unión Europea se habla de que en España aún persisten problemas estructurales, tal vez habría que pensar en el sector de la recogida y la limpieza.  No se puede seguir contratando servicios cinco estrellas si no se puede pagar la factura, y aunque se pueda, el despilfarro no es la solución a la actual crisis.





lunes, 26 de mayo de 2014

MEDICION DEL INDICE DE LLENADO DE LOS CONTENEDORES


El gran anhelo de diseñadores y gestores de servicios, pero ¿por qué?



La respuesta no irá nunca orientada a los contenedores destinados a la recogida de residuos sólidos en masa o no seleccionados.  En los diseños de este tipo de contenerización priman las distancias al ciudadano, lo que hace que en el 99% de los casos haya capacidad más que suficiente para dichos residuos.  Donde el sistema que da título al artículo alcanza su máximo interés es en la recogida selectiva.  El número de estos contenedores suele estar vinculado a la población a la que va dirigida, estándose alcanzando valores de una unidad cada 350 habitantes.

Mientras que los contenedores de residuos no seleccionados se recogen siempre con una periodicidad fija por imposición de los pliegos de condiciones, los de selectiva se deberían vaciar cuando estén llenos, y este es el problema: averiguar cuándo se llena cada uno de ellos. Si eso se consiguiera el ahorro sería muy significativo, pero desgraciadamente es muy difícil de prever cuándo se va a producir el llenado.

Cada poco tiempo aparecen en los medios de comunicación equipos de investigadores que afirman tener la solución a este problema, pero, ¿Cuál es su complejidad tecnológica?  El fundamento es sencillo, similar a un radar.  Por medio de un emisor de ondas o de “luz”, colocado en la parte superior del contenedor, se produce una emisión que rebota en los residuos, un receptor próximo al emisor recibe y transforma el tiempo transcurrido entre emisión y recepción en volumen de llenado.  Pero los residuos son muy agresivos física y químicamente, los golpes de la recogida,... y este equipamiento muy sensible. Para que la información sea útil, no basta con que un semáforo marque que el recipiente esté lleno, es necesario transmitir la información al recogedor, y aunque los servicios de telefonía se abaratan a velocidad de vértigo, todavía muchos prototipos plantean la comunicación de manera que los contenedores se envíen información entre sí por medio de ondas de radio.  El último paso es un programa de navegación que determine la ruta de los contenedores a recoger al día siguiente.

Todo existe, pero el producto no está en la calle ¿Por qué?  ¿No se consigue un sistema resistente a la dureza del trabajo, los recogedores no son sancionados porque haya contenedores llenos o con residuos fuera de los mismos, las comunicaciones encarecen más de lo esperado la explotación, la inversión no se convienrte en una reducción de medios, los analizadores de rutas aún no son como el Tomtom,…? 

Tal vez debería ser ECOEMBES, como principal interesado, quien mejor podría responder a estas cuestiones. Pero por favor, para denostar lo expuesto que nadie hable de los grandes residuos que dan por lleno el contenedor, si el ciudadano no puede introducir sus residuos el contenedor está lleno.


jueves, 22 de mayo de 2014

LA VISIÓN DEL ABUELO


El abuelo, 75 años, de capital de provincia y muy observador comentaba en su tertulia:

“¿Habéis visto el periódico? Otra vez se quejan todos de la recogida de basura y de la limpieza de las calles. Unos por la remuneración de su trabajo. Trabajar, trabajar,... lo que hacían antes. Aún me acuerdo cuando yo era joven que mi madre bajaba con el cubo de basura a la calle y lo daba vuelta sobre la acera, y luego venían dos pobres señores con un cesto de mimbre y una tabla, que los recogían y los echaban a un camión que tenía varias tapas. Aquella gente se dejaba los riñones. Y ahora, ¿habéis visto los camiones con una grúa que sacan los contenedores del suelo? Ah, si alguno de aquellos hombres viera esto... Ahora ya no sé ni cuantos contenedores de colorines hay en la calle, hasta uno para ropa han puesto. ¿Qué habrá sido de los traperos, que hasta alguna vez te daban unos céntimos por lo que les dabas?

Y cuando regaban las calles, ¡qué maravilla, cómo brillaba el suelo! bien es cierto que lo cepillaban, no como ahora que van recogiendo lo que hay por encima.  Si hubiera hecho la abuela eso en la casa, las losetas de la cocina ya no serían blancas, estarían de luto.  Eso sí ahora hay casi más máquinas que peones, pero esas no limpian debajo de los bancos, ni las escaleras, ni los alcorques.

No sé, no sé, igual esta juventud debería reflexionar un poco”


Creo que la última frase debería llevar a la reflexión. En muchas ocasiones el desarrollo tiene también orejeras, y nadie quiere o se atreve a mirar hacia los lados. Incrementar exponencialmente la tecnificación de los equipos, ¿a qué coste y para qué?  Convertir las casas en centros de separación de residuos con cocinas de 3x2 m ¿no hay alternativas? “Dignificar” tanto los trabajos hasta casi no realizarlos ¿se beneficia el pagador?  Todo ello en aras de una sostenibilidad, que no debe olvidarse que también es económica, y dar la espalda en algunos aspectos a los intereses del ciudadano, que es para el que se presta el servicio. 

Lo dice el abuelo “será mi memoria, pero antes no había tantos cubos y las calles estaban más limpias, mucho peores, pero más limpias”



lunes, 12 de mayo de 2014

¿ALGUIEN PENSÓ QUE SE HABÍA ACABADO CON LA CONTENERIZACION?



Completado el cálculo matemático que se había realizado en el anterior artículo, alguien pudo pensar que ya había solucionado su problema, y lo cierto es que sabe dónde está, mucho más que lo que suelen saber la mayoría de los que se meten a profesionales de la distribución de contenedores.

En este mundo se ha visto de todo, desde camiones cargados de contenedores que se repartían a diestro y siniestro a los ciudadanos, que no eran tontos y que sabían que un contenedor de 240 litros es magnífico para conservar el pienso de las vacas y repartirlo, hasta vecinos que llegaban a las manos por la ubicación más o menos cercana, porque de todo hay, a su portal.

Una vez que se conocen las necesidades para contener los residuos y se consigue una distancia media al ciudadano razonable, llega el momento de colocar los recipientes en la calle, y surge la pregunta ¿cómo se hace?

Cuando la ciudad está ya contenerizada la labor es sencilla, basta con ver el nivel de llenado de los recipientes actuales, para constatar los puntos en los que hay que incrementar la contenerización. Lo anterior vale si se mantiene la misma tipología de contenedores, pero si se cambia de la tradicional carga trasera a la lateral ¿qué hacer? Tampoco en este caso hay que aplicar demasiada imaginación, sólo tener en cuenta que los márgenes de seguridad son mayores en los contenedores de 2.400 o 3.200 litros que en los tradicionales de carga trasera.  Dada la imposibilidad de recoger las bolsas que se encuentren fuera de los grandes contenedores de carga lateral, el 25% puede pasar al entorno del 40%, y sí, aunque halla un servicio de repaso, no hay desprestigio mayor para un sistema de recogida que la presencia de residuos fuera del contenedor.

No, no piense que se evade el problema de cuando inicialmente no hay contenedores, pero la respuesta no es sencilla. La distribución espacial de los recipientes basada en distancias medias ha de ser matizada con la fijación de un valor límite para el caso de edificaciones unifamiliares o de escasos vecinos.  Pasar de los 500 metros entre puntos de recogida seria cuando menos excesivo. Si tiene la suerte de que en su ciudad haya cartografía que recoja el número de vecinos por edificio su labor se simplifica, en caso contrario hay que salir a la calle con lápiz y papel y empezar a mirar porteros automáticos, para luego volver a la oficina y empezar a distribuir los contenedores. Tantos pisos, por tantos habitantes por piso, por tanta generación de residuos al día, implican tantos kilos, y por lo tanto, tantos metros cúbicos, con la que tengo que sacar tantos contenedores de mi bolsa imaginaria de contenedores y asignárselos a ese punto de recogida. Siguiente edificio …  Cuidado con los sistemas de información geográfica, no piensan.


Y ahora a salir a la calle y ubicar los contenedores calculados. Para no estropearles el día, es mejor dejarlo para otro momento.

lunes, 5 de mayo de 2014

UN BLOG TAMBIEN ES FORMACION


Un análisis muy somero de los blogs vinculados al sector de recogida y limpieza permite acceder a reflexiones muy interesantes desarrollas por profesionales de reconocida solvencia, pero tal vez lo que no exista es información real de cómo diseñar, calcular y valorar económicamente los servicios de recogida y limpieza, a la par de gestionarlos y controlarlos. 

Por ello periódicamente se incluirán en este blog aspectos formativos prácticos, acompañados de imágenes de recolectores antiguos, que creo harán las delicias de los profesionales de este sector.



CÁLCULO DE LA CONTENERIZACIÓN

Es evidente que el cálculo de la contenerización de una ciudad no es tan simplista como aquí se mostrará, pero permitirá una aproximación suficiente para un anteproyecto.

  ü  Información:
  • Población: 50.000 habitantes
  • Metros lineales de viales: 110 km
  • Frecuencia actual del servicio: 6/7
  • Generación de residuos: 55.000 kg/día (Valor medio/Sin día doble)
  • Generación Lunes: 88.000 kg
  ü  Premisas:
  •  Frecuencia recogida: 6/7 días
  •  Contenerización : Carga trasera / Unidades de 1.100 litros
  •  Máxima distancia entre puntos de recogida: 150 metros
  ü  Valores de diseño:
  • Densidad de los residuos:0,09 kg/litro
  • Coeficiente de seguridad de llenado día medio: 25%
  • Coeficiente de seguridad de llenado día doble: 0%

  ü  Cálculos:
  • Aproximación Contenedores Necesarios: (55.000/0,09)/1.100=556ud + 25%=695ud
  •  Validación Día Doble: (88.000/0,9)/(1.100*695)=1,28 La contenerización es escasa en un 28%
  • Rediseño Valores Día Doble: (88.000/0,09)/1.100=889ud
  • Validación Distancia:  110.000/889=124m OK





El resultado es que se precisan 889 contenedores de 1.100.
La distribución es otra cosa, sin duda más complicada


martes, 29 de abril de 2014

¿Bolsas o Contenedores?


Es seguro que muchos profesionales cercanos al mundo del Aseo Urbano, calificarían esta disyuntiva al menos como extemporánea, pero como parece el gran descubrimiento de algunos municipios, tal vez merezca la pena una pequeña reflexión.




El bolseo es el método en uso más antiguo de presentación de los residuos para su recolección. El cronológicamente más antiguo es el de volcar en la acera el cubo con los residuos, para que los operarios de recogida los depositaran en el camión utilizando una tabla y un capazo, es mejor olvidarse de los pluses que hoy día se reclamarían por realizar este trabajo. La recogida contenerizada vino a ser la dignificación del servicio y del trabajo de los operarios.
¿Qué es posible comparar entre ambas?

  •       El impacto. Si bien es cierto que en principio parece lógico pensar que es el bolseo la sistemática que mayor impacto generaría, si se realiza correctamente, los residuos no permanecerían más allá de dos o tres horas en la vía pública, a diferencia de los contenedores que permanecen 24 horas al día.  Si alguien quisiera recordar cómo quedan las zonas de depósito de bolsas, habría que recordarle que cuando se hace bien, a la labor recolectora ha de unirse un barrido y baldeo, no mucho más gravoso que el lavado de los contenedores, cuando se hace, y no creo que haya muchas ciudades que puedan tirar la primera piedra.

  •     Los problemas sanitarios. Siempre se aúna el bolseo con la presencia de perros, gatos o ratas destrozando las bolsas, y mucho de eso había.  Hoy es difícil ver animales vagabundeando por la ciudad, y si los hubiera suponen un riesgo sanitario en si mismos mucho mayor.  A los contenedores no acceden, pero dado el estado de suciedad que presentan muchos de ellos y la facilidad de acceso para los niños a cualquier hora, tal vez el riesgo sanitario no esté tan claramente decantado.

  •      La mejora de las condiciones de trabajo. Este sí es un argumento claramente positivo para la recogida contenerizada, aunque como trabajador sería preocupante la carga lateral y vertical, si no fuera por el poder sindical en este sector y el escaso aguante de muchos ayuntamientos.  Este no debería ser un factor que debiera tener en cuenta el cliente, el ciudadano, al igual que no se preocupa cómo se fabrica en China su lavadora.

  •    Flexibilidad para el ciudadano. Este concepto se refiere a la posibilidad que tiene el vecino de deshacerse de sus residuos fuera del horario fijado por el ayuntamiento, lo que se ha venido solventando en el bolseo ubicando estratégicamente contenedores para ese uso, que se vacían tres veces al día. Por otro lado, en los contenedores tampoco se pueden depositar los residuos a cualquier hora.

Los argumentos expuestos deberían haber sembrado una duda razonable sobre la bondad del bolseo en su más pura esencia. Los planteamientos actuales de ubicar bolsas o pequeños recipientes en una estructura arbórea metálica, pierden la mayor bondad del bolseo: la reducción del mobiliario urbano en la vía pública.

Y por cierto, colgar las bolsas es algo que ya se hacía a mediados del pasado siglo...